3 CLAVES PARA EL ÉXITO FINANCIERO

Published by Maria T on abril 22, 2018abril 22, 2018

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Quizás pasas muchas horas trabajando y trabajando y llevas muchos años en las mimas pero el dinero no llega a tu vida. Quizás por esto, culpes a la economía, tu mala suerte y hasta a tu familia. Si eres una persona trabajadora, honesta, que se le mide a todo, entonces ¿por qué no tienes dinero? ¿Por qué no te rinde lo que ganas? ¿Por qué tienes que esperar hasta la jubilación para descansar?

Ya lo he dicho muchas veces, el problema no es hacer dinero, es mantenerlo. Pero para mantener tu dinero, no tienes que volverte una avara que se viste con harapos, come solo arroz con huevo y nunca sales de la casa.

Lo que le pasa a la mayoría de la gente, y probablemente a ti también te pase, es que careces de un plan para hacer y conservar dinero. Esto no tiene que ver con un complejo sistema de inversiones sino que a poner tu mente en claro y establecer planes que lleven a acciones concretas que te permitan disfrutar tu vida financiera de la manera que deseas.

Para ello debes tener en cuenta tres aspectos fundamentales:

• Una motivación clara y un propósito.
• Objetos específicos
• Un plan de acción

Sino no tienes nada de esto en tu vida, déjame decirte mi querida amiga que tu dinero y tu vida van hacia ningún lado. No sólo se trata de tener un proyecto de vida, sino de tener un plan financiero que te permita llevar acabo tus metas. Saber hacia dónde vas ten hará tomar mejores decisiones y actuar.

1. Tener una motivación

Cuando tienes una motivación tienes un potente motor que te impulsa a hacer y ser lo mejor de ti. Tu motivación es tu «porque» y es importante definirlo. Por ejemplo, mi motivación, en estos momentos es ser independiente financieramente, ser mi propio jefe y ser dueña de mi tiempo. Por eso trabajo en generar diferentes fuentes de dinero que me permitan hacerlo. Para ti quizás sea lograr el trabajo de tu sueños, mejorar la calidad de vida de tu familia, tener tu propia empresa. Tu motivo, es tu propósito para avanzar sin detenerte, para vencer cualquier obstáculo.

Una de las mejoras maneras de encontrar tu motivación es haciéndote las preguntas más importantes de tu vida:

¿Cuál es el sentido de tu vida?

¿Por qué estás aquí?

¿Con qué te sientes conectada?

¿Quién eres?

Si puedes definir alguna de ellas y encender tu pasión ya encontraste tu propulsor. No necesitas responderlas todas al tiempo, responde a una o dos. Encuentra la fuerza que te empuje y despega.

2. Establece objetivos

Una vez estas motivada, debes establecer cuáles son los objetivos específicos que quieres alcanzar. No vayas por ahí dando bastonazos de ciega sin saber exactamente que es lo quieres porque corres el riesgo de perder tu motivación y tu tiempo.

Estable objetivos claros, realistas y relevantes.

Claros: define exactamente qué quieres. En mi caso por ejemplo, deseo generar dos ingresos pasivos que me permitan dejar mi trabajo. No lo dejes solamente como quiero dejar de trabajar. Si quieres dejar de trabajar ¿qué debes hacer? Pues generar otras fuentes de dinero, ¿verdad?

Realistas: No establezcas como objetivo ganar un millón de dólares en un  año, cuando vives de un salario mínimo . Puede que lo logres pero para ganar un millón primero tienes que ganar cien, luego diez mil, luego cien mil. Es un proceso de ir escalando.

Relevantes: escoge algo que sea importante en tu vida, no algo que es importante para tu mamá, tu esposo o tu jefe. Te debes felicidad y lealtad a ti misma, no a los demás. Piensa en algo que consideres crucial en tu vida financiera.

Establece fechas límites

Tus objetivos deben tener un alinea de tiempo que te permita rastrearos y alcanzarlos. Pon una fecha en el calendario, genera planes para lógralo y revisa constantemente como vas de tiempo.  Recuerda que debes ser realista. Establece metas a corto plazo, por ejemplo un reto de seis meses de ahorro, o uno a largo plazo, pagar mi primea casa en cinco años.

3. Crea un Plan

Ahora que sabes porque quieres trabajar, tienes tus objetivos claros necesitas un plan para llevarlo a cabo. Volviendo a mi caso, decidí que lo más práctico para mí, según mi personalidad y tiempo, era invertir en bienes raíces. Mi plan fue entonces:

1. Investigar: ir a los bancos, preguntar sobre mi capacidad de crédito y cuánto dinero necesitaba.
2. Revisar mis finanzas y ver mis ahorros. Establecer cuanto podía pagar.
3. Buscar cómo pagar más rápido: buscar un segundo trabajo e invertirlo exclusivamente en ello.
4.  Empezar la cacería de casas lo que me llevo seis meses.

Recuerda que los cambios no suceden de la noche a la mañana y hay que darle tiempo al tiempo.

Un plan es tu hoja de ruta, tu mapa para poder conseguir tus objetivos y satisfacer tu motivación. Establece tu estrategia financiera de acuerdo a tus prioridades y no desistas. Tu plan requerirá de ciertos esfuerzos que debes estar dispuesta a asumir, es decir, tendrás que conseguir tus objetivos “como sea” y no me refiero a volverte traficante o robar un banco. Lo debes conseguir como sea porque debes y tienes que hacerlo si quieres llegar a tu lugar deseado.

Bonus: Persistencia

No olvides que las cosas no suceden de la noche a la mañana. Todo toma su tiempo y es un proceso, para llegar a algo debes primero para por ciertas etapas, no sabotees el proceso por ganar tiempo. El tiempo pasa rápido, cuando menos lo pienses estarás allí, donde has planeado estar.

Ya has oído el dicho de que la constancia vence lo que la dicha no alcanza. Las personas exitosas no están donde están por golpes de suerte, están allí porque han trabajado para lograrlo, porque estaban seguros de lo que querían y se encaminaron en lograrlo. Tú también puedes hacerlo. Puedes lograr el éxito en lo que te propongas. Ten en cuenta estos tres pasos. La claridad es la calve.

En resumen

• Encuentra un propósito fuerte para cambiar tus finanzas.
• Establece metas claras, que puedas hacer y que se vayan de acuerdo con tus valores de vida.
• Pon una fecha en el calendario para todo lo que hagas, así te programas mentalmente y rastreas tus alcances.
• Crea un plan de acuerdo a tus necesidades y capacidades.
• Nunca olvides: LO PUEDES TODO. Usa tus recursos de la mejor manera posible y no te límites al contexto.

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