Has salido con tus amigas a vitriniar al centro comercial. Estas al frente de la vitrina viendo esos hermosos zapatos que te enamoran. Entras, te los pruebas y te quedan perfectos. Tienes muchas ganas de comprarlos pero sabes que tienes más de veinte pares de zapatos y algunos similares a los que estas viendo. Pero tu amiga del lado te convence diciéndote “pues cómpratelos que para eso trabajas, para darte gusto”.

Y a más de una nos ha pasado (inclusive a mí que soy organizada con mi dinero). Pero ¿sabes qué? ¡Cambia de amigas! No, no es cierto, estoy bromeando!! La verdad es que esta es una de las excusas más frecuentes que usamos para gastar dinero. Y hay muchas otras que vamos analizar aquí y que quizás se apliquen a ti.

Excusas como “lo necesito”, “lo puedo pagar a cuotas”, “si ganara más podría pagarlo”, “no soy capaz de parar de gastar” son mentiras e ideas creadas por ti misma para evitar decir NO  a la hora de comprar.

Todos siempre tenemos una excusa y esa excusa normalmente implica culpar a otro de lo que no podemos o no queremos hacer, a veces es por miedo, otras veces por desconocimiento y otras por evadir. Pero con respecto al dinero nunca deberíamos ser negligentes. El dinero es una de nuestras prioridades en la vida y como tal debe ser manejado. Dale a tus finanzas la importancia  que se merece y comienza a construir tu éxito financiero.

Aquí va mi lista de las excusas más comunes que probablemente te hagan gastar de más:

EXCUSA #1: “Me lo merezco porque trabajo duro”

No eres la única que trabaja duro. De hecho hay gente que trabaja más duro que tú y gana menos dinero. Ganar dinero no es necesariamente una recompensa a tu trabajo. Lo que sucede es que nos han enseñado que hay una «recompensa» (dinero, premios, títulos, diplomas, etc.) cuando hay esfuerzo y sacrificio. Y no es cierto!!! El dinero realmente es el REFLEJO de tu energía, no el productos de lo que haces. ¿Qué? Si así es. Si fuera fruto de trabajar duro los obreros y la mayoría de los pobres serían millonarios. Ahhhh

Entonces estas viviendo dos mentiras: una, que hay que trabajar duro para hacer dinero y dos, que el disfrute es la recompensa al trabajo duro. Si te dedicaras a hacer lo que de verdad te gusta el trabajo no sería un sacrificio, sino una diversión más en tu vida.

Lo cierto es que SI te mereces todo lo bueno, no por lo que haces sino por quien eres (a menos que tengas problemas de autoestima). Nacemos abundantes y es nuestro derecho de nacimiento. Solo observa la naturaleza, todo está en abundancia y así mismo somos nosotros.

ACCIÓN: Deja de sentir que debes trabajar duro y céntrate en la idea de que a menor esfuerzo más claridad de lo que quieres y hacer. Que a menor esfuerzo más disfrute. Realmente todos MERECEMOS ser felices, recibir amor, tranquilidad, paz y abundancia. En contraste TENER se reduce a lo material y por lo tanto pasajero.

EXCUSA #2:“Si ganara más me sobraría más dinero”

Lo que ganas o tienes no es lo que te hace feliz con el dinero. He conocido personas que, ganando poco, tienen una vida abundante: mucha alegría, buenas relaciones y se dan muchos placeres en su vida. También he conocido gente que ganando mucho nunca les alcanza y se quejan del dinero todo el tiempo.  Esto tiene que ver más con la programación de cada uno para el dinero. El que aprecia el dinero teniendo poco, es capaz de aprovecharlo mejor teniendo mucho. Si estás pensando que se trata de lo que posees o cuanto ganas lo que te hace feliz con el dinero, estás mirando para el lado incorrecto. Le has dado demasiado poder a lo que hay afuera y no has puesto atención a lo importante: tus emociones. Se trata de cómo te sientes cuando recibes y das dinero.

No importa si derrochas o te amarras con el dinero, si crees que ganas mucho o poco, si tienes deudas o no, de lo que se trata es de cómo tus emociones te mueven a actuar de una manera u otra con tu dinero. Y de allí tus resultados: una vida financiera feliz o de penas.

Si la economía cambiara, estaríamos mejor. Si el presidente no fuera tan malo, estaríamos mejor. Si viviera en Estados Unidos, estaría mejor. Si ganara la lotería… hay cientos de hipotéticos que te ayudarían a vivir en el mundo ideal. Pero por si no te has dado cuenta este es el mundo real. La gente tiene problemas, busca soluciones y avanza, sino te estancas.

Las circunstancias (lo que pasa allá afuera) no crea ni origina tus emociones. Eres tú quien crea sus emociones a través de los pensamientos. Si piensas que algo te puede lastimar, entonces creas miedo, angustia o evasión. Si crees que te hará sentir bien, lo buscas y cedes ante él.

Si te la pasas pensando en la situación perfecta nunca podrás solucionar nada. Si el dinero no te alcanza es porque hay una emoción subconsciente que esta saboteando tus acciones, es como si produjera un corto circuito energético que hace que tus acciones no generen los resultados que deseas. Esas emociones subconscientes son traumas de tu pasado o miedos creados a lo largo de tu vida que necesitas traer a flote para poder sanarlos.

ACCIÓN: Comienza sintiendo gratitud por todo lo que ya tienes y puedes hacer con tu dinero. Haz una lista de tus gastos analizando que tanta alegría y gratitud te producen y comienza a priorizar desde allí. Deja de lado la queja, juzgar, culpar y maldecir el dinero y comienza a sentirlo como tu mejor amigo en vez de seguir alejándolo con tus pensamientos de escasez.

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EXCUSA #3:“Como gano más, necesito comprar mejores cosas”

No sabotees tu aumento de sueldo aumentando tus gastos. Has oído eso de que “gastas proporcional a lo que ganas” eso ocurre porque no tienes claras tus prioridades financieras. Si te ascendieron a gerente eso no implica que debas comprar un auto más costoso sólo por parecer gerente. Eso lo hacen los snobs o los que desean ostentar su dinero.

El hecho de tener más dinero significa más poder adquisitivo para darte más comodidades pero también para invertir más. El problema está en que muchos creen que el objetivo del dinero está en gastarlo y creer que los lujos están en comprar lo más costoso. Sin importar cuánto ganes, siempre sé consciente de que te hace verdaderamente feliz y trae beneficios a tu vida. Si tu meta es vivir viajando, entonces ¿para qué quieres tener una mansión? Es cuestión de claridad de metas.

Trata de vivir tu vida como si ya fueses millonaria, no en términos de irte a gastar como loca, sino de sentir que todo está disponible para ti, que es fácil tener lo que quieres y cuando lo quieres. esa es la verdadera riqueza, estar en sintonía con tu poder creador. Luego verás como al sintonizarte con los sentimientos de ser una mujer millonaria podrás hacer y tener lo que deseas.

ACCIÓN: Enfócate en tener metas de vida claras, en sintonizarte con lo que de verdad deseas. Deja de estar pensando que tener lo que los demás tienen también es lo que te hace feliz a ti. Cada quien tiene sus propios intereses y objetivos, dale claridad a los tuyos y céntrate en ellos.

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EXCUSA #4:“No se administrar mi dinero”

No es que no seas capaz de hacerlo, de hecho estoy segura que posees una mínima información sobre el asunto que sea suficiente pero te cuesta ponerlo en practica ¿por qué?

La falta de organización con tu dinero es un resultado, la consecuencia de algo más. El problema es que lo ves como la causa. Lo que está fallando es algo más allá. Estás pueden ser algunas de las causas por las cuales no llagas a fin de mes a pesar de tener un buen ingreso:

Uno, puedes estar evadiendo el dinero por un temor. En el pasado viviste situaciones como: ver pelear padres por dinero o situaciones peligrosas con el dinero. En este caso rechazas el dinero porque lo ves como un problema y evades organizarte con él o recibirlo.

 Dos, sientes tanta obsesión por el control en algún aspecto de tu vida, que pierdes el control con el dinero. Si eres de esas mujeres perfeccionistas, que desea hacerlo todo y no delegas nada porque no confías nada a nadie, inconscientemente creas gastos compulsivos como manifestación de tu miedo a no tener el control.

Tres, estás tratando de sanar un dolor de tu pasado con el placer que te produce comprar. Por ejemplo, la excusa de que “como no lo tuve de pequeña, me lo voy a dar ahora”. Inclusive puede ser el reflejo de tu falta de amor propio, es decir, gastas en cosas que no necesitas porque crees que al comprar más ropa o cosas lujosas vas a ser aceptada por los demás.

Cuatro, copias la conducta de alguien más. Eres fiel a la enseñanza de alguno de tus padres, quien tenía compulsión por gastar también y ahora estás repitiendo su comportamiento.

Estos son algunos ejemplos de la raíz de tu “supuesta falta de orden” con el dinero. Una vez tomas consciencia de ellos, eres capaz de soltar y comenzar con el pie de derecho a poner orden en tus finanzas de manera sencilla y fluida!!!

ACCIÓN: Sanar tus heridas con el dinero, sana la manera en que lo gastas. Revisa tu relación con el dinero y ve que miedos y traumas pasados existen que deben salir a la luz para ser sanados. Toma consciencia y perdona las situaciones traumáticas en tu pasado con respecto al dinero: las veces que te dijeron no a algo que querías; las peleas de tus padres; la culpa de la madre soltera que no tenía suficiente para sus hijos, la hija mayor que tuvo que cuidar de su familia. En vez de «subestimarte», pensando que eres mala,  comienza a decir: «estoy aprendido cómo administrar mejor mi dinero».  No se siente cómo una mentira y te enfoca en seguir un proceso, en comenzar a adquirir un hábito.  Además, demuestra tu consideración y amor por ti misma.

Por cierto, soy experta encontrando tus bloqueos y ayudándote a liberarlos para que comiences a disfrutar más tu dinero. Aquí te muestro como puedes lograrlo.

EXCUSA #5: “Endeudarse es la única forma de adquirir lo que quiero”

Una creencia muy arraigada es considerar la deuda como el único modo de conseguir lo que quieres. Las deudas, así como el dinero, son una forma de intercambio.

La deuda. como todo en este mundo, tiene dos caras. Una buena, que es «apalancarte» para que puedas conseguir algo sino lo tienes. Una oscura, que vivas dependiente del sistema y bajes tu energía martirizándote en pagarlas.

Usa las deudas para crear «deuda buena», aquella que se paga sola y produce más dinero. En mi caso, pido prestamos para comprar casas, con lo que pagan de renta, pago la deuda.

Y aprende a convertirte en un se creador de tu realidad. Deja de pensar que solo a través del dinero se consiguen las cosas y ábrete a las infinitas posibilidades. En muchas ocasiones he manifestado viajes, asientos en primera clase, asesorías, etc. sin necesidad de tener dinero o haber pagado por ellos. Debes aprender a pedirle al universo de manera correcta y eso te lo explico en este post.

ACCIÓN: Recuerda que el dinero es una herramienta más para conseguir lo que deseas. Cuando pides el dinero para algo pides el “como”, es como si fueras al restaurante y pretendieras que el chef cocine tu receta en vez de darle vía libre a él para hacerlo. Entonces, aprende a pedir pero no pidas la manera en que te va a llegar. Cuando sales de la limitación del dinero y entiendes que puedes vivir sin él, en esos momentos comienzas tu camino de libertad.

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EXCUSA #6: “Mi familia se merecen lo mejor”

Por 6 años fui profesora de primaria. Trabajé con niños entre los 5 y los 8 años. Por mis manos pasaron cientos de pequeños con sus familias y aprendí mucho de todos ellos. Aunque en la mayoría de los hogares ambos padres trabajaban, muchos de ellos se veían colgados con los gastos escolares y se atrasaban con la pensión. Ahí me termine de dar cuenta que ganar mucho dinero no es suficiente si no sabes controlar tus emociones. Muchos de estos papás se daban un nivel de vida por encima de sus ingresos y tenían muchas deudas: auto último modelo, casas en zonas exclusivas y sus hijos estudiante en un colegio costoso por ser uno de los mejores en la ciudad.

Con ellos aprendí dos cosas: que tener más no significa vivir mejor y que de nada vale llenar a tu familia de cosas materiales sino tienes tiempo para ellos. Muchos de estos padres tenían trabajos muy absorbentes que les dejaba poco tiempo con sus hijos. Los niños crecían al lado de la empleada doméstica, llenos de clases de fútbol, patinaje y natación y muchos juguetes pero poco tiempo de calidad en familia.

Un gran problema de las mujeres, especialmente si hemos sido la hija mayor o la responsable desde muy joven de la familia es tratar de ayudarlos a todos primero antes de ayudarnos a nosotras mismas. Muchas mujeres trabajan para ayudar a su familia y tienen problemas de dinero por esto.

Cuando tratas de ayudar a otros primero que a ti, le impides que sea quien tiene que ser y te lo impides a ti misma. Ayudar económicamente a personas que pueden hacerlo por si mismas es una manera de limitar sus propias potencialidades, de dar el pescado en vez de ayudar a pescar.

ACCIÓN: Si este es tu caso y sostienes económicamente a alguien que puede hacerlo por si mismo, es hora de soltar las cargas y darle permiso a esa persona de ser quien y que puedas ser quien viniste a ser. No es egoísta ponerte como prioridad. Cuando sabes que eres la creadora de tu destino, sabes que si tú estás bien, todos a tu alrededor están bien. Deja de sentirte la salvadora de todo el mundo y comienza pro ti misma.

EXCUSA #7: “No tengo talento para el dinero”

La gente que tiene más dinero que tú, no son más inteligentes o más suertudos. Quizás son más organizadas, simplemente. Quizás tienen más claridad de metas. Quizás confían más en sí mismos.  Quizás son más creativos. Quizás son una mezcla de todo un poco. Lo cierto es que:

No necesitas ser ahorrativa.

No necesitas inventarte negocios.

No necesitas ser jefe. 

No necesitas ser docta en economía. 

No necesitas de millones en el banco.

No necesitas de miles de títulos universitarios.

Puedes ser buena con el dinero sin cumplir con alguna condición específica. Por ejemplo, puedes ser buena creando negocios así que el ahorro pasa a un segundo plano porque siempre estás crenado dinero. O por el contrario, no se te ocurren muchas ideas de negocio, pero eres muy ordenada con tus gastos y te sobra dinero siempre a fin de mes.

Cada persona posee una personalidad del dinero que debe conocer y potenciar. Lo que sucede es que nos han encasillado en una misma identidad para todo. Por eso a veces te sientes culpable con el dinero: porque piensas que tu personalidad de dinero debe ser igual a la de otra persona que quizás crees es más exitosa que tú.

Qué tal si en vez de preocuparte por no tener ideas de negocios, te dedicas a descubrir tus talentos y hacer lo que más te gusta. Desarrollar tu potencial y propósito de vida es lo que de verdad te va a permitir expresar quien eres, disfrutarlo y por tanto hacer dinero con ello.

ACCIÓN: Comienza a indagar y peguntarte qué es lo que de verdad viniste a hacer a este mundo. Aprende a vivir desde tu esencia conectado con tu propósito de vida. Deja de trabajar para sobrevivir porque estás estancando el flujo del dinero en tu vida. En vez de culparte por lo que no tienes, no pudiste hacer o no sabe cómo hacerlo, pon tu atención en lo que sabes, en lo que sientes eres de verdad y comienza a llamar el dinero desde allí.

No se trata de lo que haces con el dinero, sino de desprogramarte de todo lo malo que has aprendido sobre el dinero para mejorar tu situación financiera. 

Yo siempre he sido buena ahorrando y organizando mi dinero, sin embargo, eso no me previno de haber sido una mantenida por causa de la manera en que fui educada: “el hombre provee y la mujer está en casa”. Haber crecido en una familia donde las mujeres no trabajaban, creo inconscientemente en mi la idea de que solo un hombre podía darme seguridad financiera. Solo fue hasta que experimenté en carne propia sentirme así de limitada que puede despertar y comenzar a tomar las riendas de mi dinero desde la raíz. Tomar consciencia de mi pasado financiero me ayudó a salir de mis limitaciones y comenzar a crear más dinero desde mi autonomía, el disfrute y menos desde el esfuerzo.

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