VIVIR MEJOR, VIVIR SIMPLE

Published by Maria T on

vivir simple

[mailerlite_form form_id=1]

Si comparamos nuestra vida actual con la de hace 100 años podríamos decir que tenemos una vida más tranquila, cómoda y libre de ciertas complicaciones.  La modernidad está llena de lujos y comodidades que son hacen la vida más simple y tranquila, aparentemente. Se acabaron los tiempos de cosechar la comida, coser la ropa o cocinar con leña. Ya tenemos una tienda en la esquina, centros comerciales con docenas de almacenes de ropa para cada ocasión, restaurantes para todos los gustos y si no queremos salir de casa pedimos domicilio, compramos por internet o una app.

 

Al parecer nuestra es vida es más sencilla pero no es más simple ni tranquila. Tenemos todo más al alcance de la mano pero, aún así, el tiempo y el dinero rinden menos. Las distancias se han acortado pero perdemos horas en tráfico. Tenemos mucha información a la mano pero cada vez nos cuesta más decidir. Ganamos más dinero pero se va tan rápido como llega.

 

La vida se nos ha vuelto más complicada porque seguimos en la carrera por la supervivencia. Y no sólo es la necesidad de sobrevivir sino por tener lo mejor, lo más lujoso y lo que está de moda. Todo se ha vuelto necesario.

 

Se supone que todos los artefactos que tenemos ahora deberían servirnos para hacernos mejor la vida pero han terminado haciéndola más agitada, desorganizada y carente de satisfacciones. No es más simple, es más caótica.

 

¿Qué es vivir simple?

 

Con vivir simple no quiero decir irse a vivir a una cabaña en las montañas más alejadas, volver a cazar para comer o vivir como los Amish.

 

Vivir simple no significa vivir en el extremo de no gastar dinero, vestirse con dos camisetas, no tener aparatos tecnológicos o vivir en una tienda en medio del bosque.

 

Vivir simple es la acción de escoger como vivir sin caer en el consumismo, la acumulación inconsciente y el estrés rutinario.

 

Vivir simple es aprender a dar prioridad a los momentos y las cosas sin pretender tenerlo y hacerlo todo al mismo tiempo.

 

Vivir simple es poder tener más tiempo, más dinero, más atención. Estar realmente conocer y obedecer a nuestras prioridades.

 

Vivir simple es recordar lo que realmente importa en la vida: cuál es nuestra razón de ser, cuál es nuestro propósito de vida.

 

[convertkit form=798409]]

¿Qué nos impide tener una vida simple?

 

Nuestra cultura está llena de mentiras que tomamos por ciertas y que nos impiden vivir la esencia del presente. Todo se reduce a tener más como si esto fuera suficiente para ser feliz o mejor. Ciertas ideas ocultas de nuestra sociedad nos complican más la vida: creer que debemos tenerlo todo, que podemos serlo todo y el apego a los objetos. Ellas nos hacen perseguir un ideal de vida consumista.

 

No lo merecemos todo

 

Estamos llenos de libros, publicidad y cuentas de Instagram que nos dicen que podemos tenerlo todo: viajes, coches costosos, un modelo de pareja, el cuerpo diez, la mansión en la playa. Creemos que para tener una vida completa necesitamos de todas estas cosas. Entonces empieza la maratón por tener más dinero y conseguir todas las cosas que “nos merecemos”.

 

Pero no pensamos que cada uno de nosotros considera importantes cosas que quizás no lo sean para otros. Todos tenemos un propósito de vida diferente y de acuerdo a ello hacemos elecciones. Es cierto que todos merecemos felicidad, abundancia y amor. Por eso no deberíamos compararnos con los demás ya que cada quien es un individuo diferente con expectativas distintas. Cada quien escoge de acuerdo a sus prioridades y necesidades.

 

Mereces comodidad para llevar al trabajo, eso no implica tener un Ferrari o un Lamborghini. Mereces descansar pero no puedes viajar cada fin de semana a un lugar diferente en el mundo.

 

Si creemos que merecemos un mayor estándar vida para tener una mejor vida entonces nunca lo lograremos porque siempre habrá algo mejor. Deja de preocuparte por lo que no necesitas tener y enfócate en lo que realmente vale la pena para ti y te  hace feliz.

 

 

 

No podemos serlo y hacerlo todo

 

Creemos que podemos controlarlo todo a través del celular y el internet. Estar en varios lugares al tiempo, desarrollar varias actividades a la vez pero siempre estamos cortos de tiempo. Esa idea de omnipresencia que nos brinda la tecnología nos ha limitado la capacidad para aprender a escoger y saber decir no. Vamos por un caos de vida que parece organizada porque tenemos un calendario en el celular y alarmas que nos recuerdan que hacer. Mientras hablamos con alguien estamos en otra conversación por el celular. Mientras comemos leemos las noticias o revisamos el Facebook.

 

Cuando empezamos a hacer tantas cosas al tiempo dejamos de hacer elecciones ya no distinguimos entre una prioridad, una urgencia o una responsabilidad. Debemos estar en esa reunión de trabajo pero queremos acompañar a nuestro hijo en la presentación del colegio. Queremos viajar pero queremos ir a todas partes. Queremos que nos escuchen pero no tenemos tiempo para hablar. Comentamos lo que los demás publican como si realmente esa persona nos importara y publicamos lo que hacemos como si realmente fuéramos muy importantes.

 

Si solo pudiéramos volver a la vida en que había horarios para las llamadas telefónicas, donde todavía nos comunicábamos con cartas, hablábamos con el extraño del lado mientras el médico nos atendía…..

 

Si dejamos de creer que podemos serlo y hacerlo todo al tiempo es más fácil empezar a tomar decisiones y hacer elecciones desacuerdo a nuestras  prioridades.

 

 

El apego a las cosas

 

Creemos que sin los objetos somos nada. Sin esa linda blusa que nos hace lucir más joven, ese celular que nos hace ver más sofisticados, ese carro que nos hace ver como millonarios. Es como si las cosas nos dieran valor a nosotros. Pensamos que los objetos, por inútiles que sean, valen mucho porque nos han costado muchas horas de trabajo. Nuestros esfuerzos se han reducido a trabajar para comprar el televisor, la nevera, el ventilador y todo lo que llena una casa. Por eso duele tanto cuando se pierden.

 

Pensamos en nuestras posesiones como un reflejo de nosotros mismos, por eso entre más costoso o lujoso es lo que compramos, creemos que somos más. De esa manera nos llenamos una casa de muebles innecesarios y trabajamos horas extra para demostrar a través de lo que tenemos lo que somos.

No complicamos la vida tratando de demostrar que tenemos más.

 

como controlar gastos

¿Cómo podemos empezar a vivir más simple?

 

Vivir más simple no es solamente cuestión de vivir con menos cosas, regalarlo todo y convertirse en un monje. Es una convicción mental y emocional. Debes aprender a revisar tus opciones de vida y aprender a escoger de acuerdo a tu propósito personal y valores.

 

Para vivir simple necesitas perseguir menos, establecer prioridades y ampliar tu abanico de opciones

 

Persigue menos

 

No necesitas de todos los objetos exóticos y más maravillosos del mercado para subsistir. Enfócate en lo que es más necesario para ti.

 

El perseguir más no nos hace mejores, más recursivo o más ricos. Por el contrario nos crea más estrés, menos tiempo para nosotros y los que amamos, más horas de trabajo y desgaste físico y emocional.

 

Perseguir menos no significa que te vuelvas un mediocre, que te quedes toda la vida en un trabajo que no te agrada o con la persona que no amas. Perseguir menos es perseguir lo que realmente es importante para ti, lo que va con tu pasión, tu sentido y tus convicciones morales más profundas. Es hacer lo que te hace feliz y útil para los demás. Esto es lo que nos permite llegar al éxito.

 

Si tienes claro lo que realmente quieres, te será más simple tomar las decisiones correctas.

 

 

Establece prioridades

 

Es muy difícil establecer prioridades cuando miramos el Facebook o Instagram de otras personas. Creemos que debemos hacer y tener lo que ellos hacen y poseen. Seguimos las tendencias no nuestra conciencia de lo valioso.

 

Creemos que todo es importante porque todo es necesario así que todo se vuelve prioritario. Y no sabemos hacer esta elección porque no tenemos claro que es lo realmente valioso para nuestras vidas.

 

Pero sentimos tanto miedo de no ser como los demás, de quedarnos por fuera, que seguimos sin tomar acciones decisivas que nos permitan identificar lo primordial de cada día.

 

 

 

Analiza más opciones

 

Tendemos a limitarnos a lo que nuestro entorno nos dice y no vemos las soluciones más allá de lo que hay. Si nos detuviéramos a pensar en que hay más opciones de vida que la que nos muestra la tv o las redes sociales, no habría tantas complicaciones. No deberíamos limitarnos a creer lo que vemos y deberíamos analizar más, pensar más y enfocarnos mejor en lo que realmente queremos y estamos buscando. Busca otro tipo de alternativas sin miedo al qué dirán o verte diferente a los demás.

 

 

¿Por qué deberíamos escoger un modo de vida más simple?

 

Un estilo de vida de simple te ayuda a vivir mejor de muchas maneras.

1.Cuando aprendes a vivir más simple te enfocas en tener menos cosas y en vivir más el momento.  Si comprendes que las cosas no son las que te hacen feliz dejas de concentrar tus esfuerzos en ganar dinero para comprar más objetos.  Piensas en invertir tu dinero en tu verdadera felicidad.

 

2. Vivir más simple te da tranquilidad porque no sientes  miedo a perder esos objetos que solo tienen una utilidad pasajera. No sientes que te has desgastado acumulando material consumista y eres libre de dejarlo ir.

 

3. Cuando vives simple tienes más dinero porque dejas de gastar en lo superfluo y comienzas a darle un nuevo valor a lo que ganas. Tienes la posibilidad de ahorrar más e invertir en tu libertad financiera, lograr menos horas de trabajo o realizar el trabajo de tus sueños.

 

4. Cuando vives simple tienes más tiempo para compartir con tu familia y amigos, sabes que el valor está en el tiempo y la atención recíproca entre tú y los demás.

 

5. Cuando vives simple desaparece el sentimiento de insatisfacción. Ya no te preocupas por tener lo mejor, que es lo usualmente nos dice la publicidad, sino por tener lo que a ti llena de verdad.

 

6. Tienes más claridad mental, tomas mejores decisiones y te enfocas más porque ya no hay distractores emocionales o físicos en tu horizonte.

 

¿Cómo aprender a vivir más simple?

Examina tu vida: tus gastos, tus amigos, tus redes sociales, tu casa y todas tus cosas. Piensa en cuales son realmente importantes para ti: Si gastas más de lo que ganas, tienes amigos que solo están ahí para ir a bares; tienes cientos de personas en tus redes sociales pero muy pocos cercanos de verdad. Posees objetos y ropa en casa que solo acumulan polvo.

 

1. Examina tu vida y deshazte de los objetos que no necesitas, deja atrás a las personas que no aportan algo significativo a tu vida y toma control sobre tu dinero.

 

2. Analiza tus hábitos: revisa como tus acciones diarias y si tus costumbres te hacen más o menos fácil la vida. Tienes que hacer limpieza todos los días porque posees muchos objetos que acumulan polvo.  Empiezas el día somnoliento, sin ganas de ir a trabajar, sales a la carrera y no tienes tiempo de desayunar. Pasas horas revisando tus estados en las redes sociales. Cuando estas con alguien no puedes dejar de revisar el celular a cada momento. Te dejas impresionar fácilmente por lo que ves en las redes sociales y crees que todas esas personas viven más felices que tú.

 

Si es así, entonces, dedica sólo unos minutos a tus redes sociales o elimínalas. Deja de perder tantas horas frente al TV, el computador o el celular. Busca pasatiempos que no impliquen gastar dinero, invierte tiempo en tí mismo. Busca pasar más tiempo de calidad con tus seres queridos.

 

3. Reflexiona más: tómate tu tiempo para pensar lo que te sucede, las elecciones que debes hacer, la manera en que gastas e inviertes. Escucha más y analiza. En este tiempo saturado de información no todo lo que se dice es cierto, no todo lo que se piensa es posible y no todo lo que se hace significa felicidad.

 

4. Aprecia lo que tienes: tenemos tanto y lo valoramos tan poco. Agradece todos los días por lo bueno que hay en tu vida, las personas que siempre están contigo, las personas a las que ayudas con tu trabajo, la cama en que duermes, el vaso de agua que te refresca.

 

5. Disfruta de los pequeños placeres de la vida: el aire que respiras, la lluvia que refresca la tarde, la flor que nace en medio del concreto, el rayo de sol entre las nubes que auguran tormenta.

 

6. Cuando hagas algo, enfócate en ello y olvídate de los demás. Ser multitareas no te hace más productivo. Te hace un acumulador de responsabilidades innecesarias.

 

7. Aprende a priorizar y revisa que es lo más importante para ti en todos los aspectos de tu vida. Decide, elimina y ejecuta.

 

8. Pregúntate cuál es tu ideal de vida, que te hace realmente feliz, con que estas comprometido, como puedes hacer feliz a los que amas, quienes son tus amigos de verdad y a quien estas dispuesto a ayudar.

 

En resumen:

  • Vivir simple es alejarse del consumismo para consumir solo lo necesario.
  • Vivir simple es pensar, reflexionar y analizar haciendo elecciones acordes con nuestros principios.
  • Vivir simple es saber que es lo importante y tomar decisiones de acuerdo a ello.
  • Vivir simple es tener más tiempo y menos cosas.

 

vivir simple


Maria T

¡Hola! Soy Maria T y ayudo a mujeres como tú a expandir su éxito financiero. Si deseas más tranquilidad, más organización en tus finanzas, dejar de cometer los mismos errores con el dinero una y otra vez, evitar que tus emociones te controlen y parar seguir en trabajos porque te toca déjame guiarte.

1 Comment

EL MINIMALISMO NO ES TACAÑERIA - Soy Maria T · agosto 8, 2023 at 5:43 pm

[…] VIVIR MEJOR, VIVIR SIMPLE […]

Deja una respuesta

Avatar placeholder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *