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¿Tienes discusiones con tu pareja por culpa del dinero?¿Las finanzas en pareja no marchan bien? Si estas casado o tienes pareja el amor y el dinero están unidos. Tener una pareja compatible a nivel financiero es tan importante como el tenerla a nivel emocional. Si ambos caminan en la misma dirección será más fácil alcanzar la seguridad e independencia financiera.

En las parejas puede ocurrir o que cada uno maneje el dinero por su lado y compartan los gastos o que ambos unan sus cuentas y haya un manejo común del dinero. También sucede que hay alguien responsable con su dinero y otro que es un derrochón. Lastimosamente, quien no cuida su dinero, culpa al otro de tacaño e intransigente. Si tú eres quien desperdicia el dinero, permite que tu pareja maneje el dinero y aprende de él/ella.

Aunque creas que te has casado con tu media naranja o tu complemento, tu pareja tiene un enfoque diferente al que tú tienes con respecto al dinero. En los novelas hemos visto el típico caso de la mujer que gasta y el marido que provee de ingresos. Muchas mujeres de nuestra cultura latina crecieron pensando que el hombre es el encargado de hacer y llevar dinero al hogar. Inclusive he conocido parejas que, aunque ambos trabajan, gastan y dispone del sueldo del marido.

Ya que muchas mujeres trabajamos hoy, los roles financieros en el hogar han cambiado, pero aunque ambos trabajen no significa necesariamente que el dinero fluya más o que la relación sea mejor. Una de las mayores causas de separación precisamente es la administración del dinero. Por eso hablar de dinero en pareja es tan importante: así como se planea dónde vivir, que hacer en la luna de miel o cuantos hijos tener, se debe hablar de dinero regularmente, con transparencia, claridad y con objetivos en común. Ambos deben estar sintonizados.

Y si aún no tienes pareja o estás pensando vivir con alguien, utiliza los consejos que aquí te doy para tener las cuentas bien claritas antes de llevarte una desagradable sorpresa.

Por qué necesitas hablar de dinero con tu pareja.

La comunicación, después del amor, es el punto clave para una relación duradera. Si no sabes cómo comunicarte con tu pareja no esperes que vivan juntos “hasta que la muerte los separe”. Tampoco esperes tener un matrimonio en paz, especialmente si te la pasas endeudado o sin un centavo en el bolsillo. Cuando hay honestidad y comunicación con respecto al dinero el amor va mejor:

• Tendrás una relación más armoniosa ya que habrá menos peleas y discusiones sobre el dinero.
• Ambos establecerán acuerdos y trabajarán como un equipo, no como dos individuos que comparten una cama.
• Estarán en la misma página sobre finanzas. Eso les permitirá establecer metas juntos  y trabajar juntos para lograrlas. De eso se trata la vida en pareja de crecer y ayudarse mutuamente ¿o no?
• Cada vez, te comunicarás mejor sobre el dinero generando más confianza y podrás lograr una relación mucho más estable, duradera y próspera.

Antes de comenzar a de hablar de dinero comienza por esto:

¿Tienes una pareja con la cual no te sientes en sintonía en temas de dinero o cualquier otro? ¿Cuál crees que sería la solución? ¿Intentar convencerlo? ¿Tratar de demostrarle con números? En el pasado te hubiera dicho que hicieras estás cosas. Ahora te diría: tu pareja es un reflejo de lo que tú crees sobre el dinero y sobre ti misma. Por lo tanto, lo que tienes de dejar de hacer es tratar de cambiar al otro y enfocarte en ti.  Una de las lecciones más grandes de mi vida es entender que YO soy la causa de todo lo que me sucede, así que las situaciones son solo el reflejo de mi historia interna.

Si en estos momentos no hay “sintonía o química financiera” con tu pareja, la pregunta es:

¿Qué está reflejando tu pareja de ti misma?

Eso involucra:

¿su manejo del dinero es opuesto al mío haciendo que esa parte de mí que se siente responsable de todo el mundo tenga que manifestarse?

¿Es tacaño porque refleja que no me siento merecedora de más?

¿No nos rinde el dinero porque ambos estamos pensando que es el sacrificio y el esfuerzo lo que vale la pena en la vida?

¿Derrocha y gasta sin pensar en el futuro porque quiero mantener mi papel de controladora o de ser el ejemplo de la familia?

Recuerda que las personas a tu alrededor son el reflejo de ti, son tu espejo. Ellas están ahí para mostrarte que mejorar: son tus maestros.

Y algo más, las relaciones no son de dos personas, son de una única persona: TÚ. Cuando comprendes y encarnas esta verdad creas relaciones perfectas en tu vida. Si hoy estás viviendo problemas de dinero o cualquier tipo con tu pareja la solución está exclusivamente en ti. No trates de cambiar a nadie, es más sencillo cambiarte a ti misma. Primero ve y trabaja TÚ en tu relación con el dinero.

Cómo empezar a hablar de dinero con tu pareja 

1. Prepárate

Si deseas dar ese primer paso para hablar de finanzas en pareja aquí te dejo algunas ideas para que tomes la iniciativa:

a. Habla de dinero tranquilamente.  No lo hagas cuando alguno de los dos está enojado o discutiendo.

b. Haz una cita. Acuerda una hora y un lugar en donde puedan hablar tranquilos sin distracciones y da el tema de la conversación por adelantado: “vamos a hablar sobre dinero”. Sé sincera con respecto a tus preocupaciones, quizás hay un tema específico del que quieres hablar: el pago de las deudas, la falta de dinero, los gastos excesivos… Al principio puede ser algo intimidante pero si no te atreves a dar el paso entonces ¿cuándo?

c. Pon un tema como excusa que incite a la conversación, puede ser “mira que últimamente he estado leyendo sobre el manejo del dinero y…” o “estos últimos días he estado haciendo un registro de nuestros gastos y he descubierto que…” o “este fin de semana me puse a sumar nuestra deudas y creo que …..”. Si ya muestras ciertos resultados puede ser mucho más positivo: por ejemplo, algo que hayas podido ahorrar.  Mostrar lo que se puede hacer muchas veces motiva al otro a seguir el mismo camino.

d. Establece las reglas de la conversación: la idea es hablar sobre el tema financiero que les interesa. No es juicio monetario donde se señala, se juzga y se encuentra un culpable. Al contrario, es la oportunidad de verse en un espejo, de encontrar lo mejor de cada uno y unirlo para alcanzar metas en común. Ten esta regla muy clara antes de comenzar a hablar y evitar un mal final para esta conversación.

2. Hablar con honestidad

Tú y tu pareja son diferentes en muchos aspectos, con respecto al dinero. Por eso es importante que cada uno hable sobre el dinero desde su punto de vista antes de sacar la calculadora y crear planes. Entender cómo piensa y se siente cada uno ayuda a generar acuerdos.

Los seres humanos tenemos un manual en nuestra cabeza: esperamos que las personas den por entendido ese manual y esperamos que actúan conforme a nuestras expectativas. Pero, hasta donde sé, no hay escáneres de pensamientos, por lo cual, es más sencillo darle a conocer al otro lo que pensamos, deseamos y esperamos. Dialoga en pareja sobre las siguientes preguntas, sin juzgar ni reprochar. Empieza tú haciendo tu propio análisis.

¿Qué tipo de personas eres?:  Eres ahorrativo, gastón o tacaño.

¿Cómo crees que se deben distribuir los gastos?:   Crees que el hombre debe pagarlo todo. O “Yo pago esto y tú lo otro”. Yo dispongo sobre el dinero de la casa. El que gana más paga. Los gastos se reparten por igual.

¿En qué te gusta gastar o debes gastar?: Puedes que sea algo “enfático”(derrochador) con ciertas gastos: la ropa, el alcohol, los objetos de colección. Pero también hay obligaciones que debes cumplir y que no son negociables: tu préstamo estudiantil, la mesada para tu mamá (porque eres el único hijo), la manutención de un hijo de otro relación, etc.

¿Cuáles son los ingresos de cada uno? Hay parejas que ocultan cuánto ganan, si no hay sinceridad no hay relación.

¿Cuál es tu meta financiera? ¿Dónde quiere estar en 5 o 10 años?: Tú necesitas claridad para saber a dónde llegar y tu pareja necesita saber qué es lo que quieres.

¿Cuál es el manejo ideal del dinero?:  Hay aspectos que son relevantes para cada uno. Pueden ser similares o distintos.

¿Cómo gastaban en casa?: La mayoría de las veces repetimos el comportamiento que tenían nuestros padres. Aunque sean nuestros padres, no significa que tenían la razón en todo y también debieron equivocarse. Quizás ahora tú también estas repitiendo ese error pero puedes cambiarlo.

¿Hay algo más que tu pareja tenga saber? Puede que tengas un crédito escondido, una deuda sin pagar o un gasto oculto que tu pareja necesita conocer. Recuerda siempre: honestidad y transparencia. La “infidelidad financiera” existe y puede acabar con tu relación.

Empieza tú con este autoanálisis. Hazlo con tu pareja pero dejen que cada quien resuelva sus preguntas. A partir de allí establezcan puntos en común que les permitan mejorar sus finanzas y crear su plan de acción.

3. Plan de acción

Una vez tengan claras las fortalezas y debilidades financieras de cada uno, pueden entrar a crear un plan para su dinero, para su familia.

a. Creen una meta juntos: cuál es su sueño juntos, hay algún objetivo individual que quieran ayudar al otro a construir (por ejemplo terminar ese doctorado, abrir un negocio, etc.). Escojan un objetivo primordial a corto plazo que les ayude a estar más cerca de su meta. Por ejemplo, su sueño (meta) es tener su primera casa. Esto tardará un tiempo y para lograrlo necesitan salir de sus deudas de tarjetas de crédito. Entonces este será su objetivo a corto plazo. En base a su meta y objetivo planifiquen los gastos de ahora en adelante.

b. Revisen los números pero sin juzgar: hagan una lista de gastos e ingresos, sin echarse la culpa o lamentarse, enfóquense en crear un plan y buscar resultados.

c. Evalúen sus gastos: donde hay huecos o escapes de dinero, en qué gastan más.

d. Prioricen gastos: hagan una lista de prioridades (cada uno por aparte) y luego compártanla y creen una juntos.

e. Creen un presupuesto que se acomode a sus objetivos (no al revés!)

f. Cada uno debe comprometerse a mejorar y el otro a apoyarlo para no caer.

Como dividir el dinero en pareja

Ahora que tienen claro las metas, el objetivo y los gastos deben hablar sobre la manera de distribuir sus ingresos para lograr que se haga realidad todo lo que desean hacer. Aquí no hay una sola dirección a seguir, eso depende de ti y tu pareja. Lo importante es crear un acuerdo y respetarlo.

Los ingresos:

• De quién es el dinero cuando solo uno trabaja: del que lo gana o del hogar y ambos pueden disponer sobre él.
• Si hay dos ingresos: Si son iguales, todo se paga por mitad o cada uno paga ciertos gastos de acuerdo a lo que hace, por ejemplo, quien usa más el coche paga la gasolina; uno compra la comida y paga los servicios,  el otro paga la renta. Si un sueldo es mayor que otro, entonces cada quien aporta de acuerdo a lo que gana (establecer porcentajes).

El ahorro:

• Definan su estrategia de ahorro: cuánto desean ahorrar, cuánto van ahorrar cada mes, de dónde saldrá el dinero, dónde lo van a depositar.
• Cuentas de banco separadas o conjunta.  Algunas parejas prefieren cuentas separadas pero una de ahorro conjunta, aplica para personas en su segundo matrimonio y responsable por hijos de matrimonios anteriores. Otros prefieren tener una cuenta común para todo inclusive los ingresos.
• Tarjetas de crédito:  Separadas pero la misma cuenta. Una cuenta donde van en común todos los gastos y el ahorro pero cada uno maneja su cuenta personal para sus gustos, por ejemplo el 5% del sueldo.

Estas son las opciones que tienes, pero hay algo más. Según el gurú de la paz financiera Dave Ramsey, el dinero debe ir en cuantas conjuntas. El dividir el dinero y los gastos sólo va a crear más problemas a largo plazo. El dinero debe estar en un mismo lugar pero ya no es “mi” o “tu” dinero, es “nuestro” dinero y ambos deben administrarlo en beneficio de sus proyectos como pareja.

Las tareas financieras.

Todos tenemos habilidades y gustos diferentes. Quizás tu detestas ir al banco a pagar las facturas, pero a tu pareja no le importa. A ti te gusta escribir los gastos pero tu pareja lo olvida fácilmente. Teniendo en cuenta lo que cada uno hace mejor y le gusta distribuyan las tareas financieras. Quién: paga las cuentas, lleva el registro de gastos, maneja la cuenta de ahorros, hace los préstamos en el banco, maneja mejor el efectivo, etc.

Realiza reuniones financieras familiares

Establezcan un día y una hora: Revisen sus finanzas semanalmente para revisar gastos y mensualmente para planear su presupuesto.  Incluyan a sus hijos ya que ellos merecen aprender de sus buenos hábitos financieros.

Ojo: tampoco permitas que tus hijos controlen el dinero. Si los caprichos (ropa costosa, juegos, aparatos electrónicos)  de tus hijos se consumen gran parte del sueldo o desajustan tu presupuesto contantemente, este es el momento para ponerlo todo en orden y enseñar a tus hijos las diferencias entre necesitar y querer, ganarse las cosas, planear y trabajar para lograr lo que se quiere. Recuerda que tú y tu pareja son los adultos responsables de la casa. Compartan sus metas y estrategias y háganlos participes del proceso y por supuesto, de la celebración!

Últimos tips: 

Registro de gastos juntos. Revísenlo periodicamente.

Sinceridad con respecto a las finanzas. Sin honestidad no hay confianza, si tuviste un “desliz” financiero, díselo a tu pareja. La “infidelidad financiera” existe cuando alguno de los dos escondes gastos. Cúrate de ella.

Ahorrar juntos es una acción en conjunto que los une más y lo hará sentir muy orgulloso de lo que pueden lograr juntos.

Respeta los pactos. Por respeto y amor, por ti mismo y tu pareja, honra los acuerdos que han hecho, finalmente representan un beneficio emocional y financiero para ambos

Déjalo todo por escrito. Tu sabes que yo siempre hablo de escribir, por eso registra tus acuerdos, los deberes de cada uno, las metas que tienen, el presupuesto, así ambos evitan “olvidar” lo que decidieron.

Prepárate para los desacuerdos: es normal. La conversación tiene como fin escuchar al otro y llegar a acuerdos.

Estoy pensando en vivir con alguien ¿Qué debo tener en cuenta?

Si aún no te has casado o estas comprometida puedes tener la misma conversación anteriormente expuesta. Realiza estos acuerdos antes de dar el gran “si”. Lo que le sucede a muchas parejas es un derrochador se casa con un tacaño o un endeudado con otro más endeudado todavía. Esto no va a ayudar para nada a la relación. Por eso antes de dar el paso, ten una conversación seria sobre finanzas. Si tú ya has puesto en orden tu dinero, no permitas que alguien acabe con tu felicidad financiera.

Pon atención a estos signos que pueden evitarte muchos dolores de cabeza, algunos comportamientos de tu futura pareja son una voz de alerta:

No comparte. Tú siempre pagas o invitas. Las personas tacañas con su dinero, también lo son con sus sentimientos.

Gasta demasiado en lujos. Hay una frase que oí por ahí que me encanta “Lujos vemos, deudas no sabemos”. Si esta persona sólo compra objetos de marca o gasta y gasta no necesariamente es porque gana mucho dinero (aunque puede ser así), quizás le gusta la buena vida y aparentar lo que no es.

Se queja del dinero todo el tiempo. Ósea es una persona con una mentalidad de escasez que nunca va estar satisfecha con lo que gana.

Pide dinero prestado constantemente ya sea a ti, su familia o amigos.

No tiene ni idea de lo que será su futuro.

Tiene muchas tarjetas de crédito: ¿cuál es el punto de tener tantas? Cuando eres un buen administrador de tu dinero, no necesitas de préstamos mensuales.

Estas son algunas preguntas que puedes hacerle a tu futura media naranja antes de casarte:

¿Tienes deudas?¿Cuántas?¿Cuánto debes?

¿Ahorras?¿Para qué ahorras?

¿Tienes ingresos extra?

¿Tus padres te ayudan económicamente?

¿Ayudas económicamente a alguien?

Conocer el pasado y el presente financiero de tu prometido es clave para hacer que tu relación funcione.

En resumen:

• Toma la iniciativa para hablar de dinero.
• Escoge un momento tranquilo donde ambos estén dispuesto a dialogar y  escuchar.
• Establezcan la regla de no juzgar, no señalar y no culpar.
• Haz un análisis de tu “personalidad” financiera. Asume tus responsabilidades y encuentra tus fortalezas.
• Hagan un plan de manejo del dinero teniendo como punto de partida una meta juntos.
• Comiencen con un objetivo claro y puntual.
• Decidan sobre cómo combinar sus finanzas: que dinero maneja cada uno y cual en conjunto.
• Establezcan una meta de ahorro conjunta.
• Distribuyan las “labores financieras” de acuerdo a sus habilidades y gustos.
• Hagan reuniones mensuales para planificar, hacer seguimiento y enterar a toda la familia de sus objetivos.